Los bosques secos tropicales son un tipo de ecosistema de gran fragilidad ecológica que cumple funciones claves en el equilibrio climático global. Es además uno de los tipos de bosque más amenazados del mundo. Por eso están protegidos por la Constitución en el Art. 406.
A pesar de ello, la construcción de una mega cárcel avanza en los bosques secos de la provincia de Santa Elena, en la zona de la Comuna ancestral Bajada de Chanduy, considerada área protegida provincial, y que está por convertirse en una nueva zona de sacrificio.
Crear una zona de sacrificio implica la existencia de una intencionalidad del Estado, ejerciendo modalidades especiales de violencia espacial destructiva, que se justifica a sí mismo por las utilidades que se generarían. Son zonas donde se disputan intereses económicos, políticos, estratégicos, frente a otros considerados “menos importantes” como son los territorios de las comunidades indígenas o campesinas … o la naturaleza.
El sacrificio entendido de esta manera implica necesariamente la destrucción, en muchos casos irreversible, del lugar. La destrucción es justificada por una causa “superior”, donde se le pide a la comunidad que haga una ofrenda, en este caso por la seguridad del Estado.
En una reciente visita in-situ se evidenció que las obras de la mega-cárcel avanzan. Ya se han afectado 13 hectáreas de bosque seco que se encontraba en un excelente estado de conservación, porque ahí estaban las comunidades que lo cuidaban, y que posiblemente lo consideraban sagrado… pero se habla de una intervención de un área aún mayor.
En el territorio donde se ubica la Comuna Bajada de Chanduy, junto con otras comunas ancestrales de la Provincia de Santa Elena, se ha dado la ocupación humana continua más antigua del Ecuador, la misma que se mantiene hasta nuestros días. Las civilizaciones precolombinas han dejado su huella en la costa del Pacífico del Ecuador continental por milenios hasta la llegada de los españoles en la década de 1530. Estas comunidades inventaron herramientas, elaboraron cerámica, plantaron cultivos, practicaron el comercio y construyeron comunidades que utilizaron estructuras sociales y políticas complejas.
En el sitio Las Vegas, en la Península de Santa Elena se ha registrado el más antiguo cultivo de plantas del Continente.
Los bosques secos ecuatoriales de Perú y Ecuador son una formación florística de singular importancia a nivel global. Originalmente cubrieron la mayor parte de la zona costera de Ecuador y el norte de Perú́, pero hoy en día quedan pocas manchas de estos bosques.
A diferencia de otros bosques secos presentes en América Latina (que se forman en el cinturón subtropical de América del Sur y Central), estos son los únicos que se desarrollan alrededor de la línea equinoccial, y se forman por la confluencia de dos corrientes marinas: la fría y seca del Perú, y la cálida de Panamá, en lo que se denomina Región Tumbesina.
La región Tumbesina es un centro de endemismo de aves, y es una de las áreas donde existe la más alta concentración de aves, con un rango muy restringido de distribución (endémicas) entre los bosques secos de América Latina.
Las obras de la mega cárcel siguen avanzando… y en medio de la destrucción del bosque nos preguntamos cuáles son las medidas previstas para la restauración de la estructura y las funciones de la vegetación original, como lo manda la Constitución del Ecuador.
Fuente: Accion Ecologica